Es el único gremialista al interior de la Confech y fue vetado por los propios estudiantes de la Universidad de Talca por votar contra lo que ellos decidían en las asambleas. Acusó una radicalización del movimiento estudiantil, que Camila Vallejo y Giorgio Jackson son sólo la fachada de la organización que hay detrás y que ellos particularmente no manejan. El viernes reapareció con otras 9 personas haciendo una propuesta en el Mineduc, un día después que no lo dejaran entrar al pleno de los dirigentes que se hizo en la misma facultad en que estudia.
“Yo soy la única voz disidente de la Confech”. Eso dijo Javier Ignacio Fano Ruiz, el viernes recién pasado, en una visita que hizo con un grupo de 10 personas que fueron hasta el Mineduc a pedirle al ministro Felipe Bulnes que restableciera las mesas de diálogo con todos los actores, incluidos ellos.
El Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Talca apareció en el acceso lateral del ministerio de Educación, un día después que sus propios federados le negaran la entrada a la Confech, que se desarrollaba en la misma Universidad de Talca.
Había sido vetado por ir contra las decisiones del pleno de la Utal y reemplazado en la Confederación de Estudiantes de Chile por el presidente del centro de alumnos de psicología de su misma universidad.
Fano, estudiante de Derecho de esa casa de estudios y único dirigente ligado al gremialismo, se cansó de ser increpado y “agredido” por sus pares y partió a decir que el estaba de acuerdo con el diálogo para volver cuanto antes a clases.
Vetado
“Me parece impresentable que después de tres meses de movilizaciones, las cuales han tenido costos altísimos para los estudiantes, le cierren la puerta al diálogo por unas garantías. Nosotros hemos venido a decir que no estamos de acuerdo con eso”, dijo el dirigente talquino, agregando que “si vamos a perder el año, que lo perdamos trabajando y no atrincherados en una universidad, no atrincherados en las calles”.
Este mismo tipo de declaraciones fueron las que motivaron a los estudiantes de Talca a desbancarlo de su sillón. En buen chileno, se chorearon de que votara al revés de lo que ellos decidían. El viernes, Pablo Medina, vocero del pleno de presidentes de la Utal en la Confech, acusó a Fano de decir que los estudiantes de ese plantel no quieren seguir movilizados, lo cual no ha ocurrido en al menos las últimas dos votaciones para seguir o no en toma.
“Él no es representante de nosotros, seguimos afirmando que habla solo por sus posturas ideológicas. Para ser más claro, comunicamos que se hacen mesas de trabajo, donde se debaten ideas y Fano no ha participado de eso, hace más de un mes que no se aparece por la Universidad”, dijo Medina, minutos después que Fano intentara ingresar al salón.
Antes de eso, Fano ya había hecho noticia con sus declaraciones. El 18 de agosto pasado publicó una columna en La Tercera titulada “Intransigencia estudiantil”, donde lanzó dardos con ventilador. En esa oportunidad dijo que lo ocurrido el día del primer cacerolazo -4 de agosto- había transformado el panorama y que el país había sufrido un vuelco “amenazante”.
Además acusó haber recibido escupitajos, golpes y hasta amenazas en su contra por haber promovido la mediación del arzobispo Ricardo Ezzati. También que el movimiento había sufrido una politización extrema y que tanto Camila Vallejo como Giorgio Jackson eran sólo la fachada de un movimiento que en la realidad no manejaban. Que estaba “manipulado por la izquierda antisistémica”, como dijo en una entrevista en CNN.
En otra entrevista, el dirigente se preguntó: “¿Qué pretende Camila Vallejo cuando dice que no quiere dialogar con el Gobierno ni con el Parlamento ni con el monseñor? ¿Qué queremos? ¿Quemar La Moneda, hacer una asamblea general a mano alzada?”. Antes de eso, el dirigente apoyaba la toma y una parte de las demandas estudiantiles. A pesar de no hablar mucho en los plenos, algunos dirigentes incluso lo veían como un aliado cuando éste defendía los aspectos de fomento regional. Sin embargo, al pasar las semanas cambió de discurso y “se pasó para la otra vereda”, según dijo uno de integrantes de la mesa ejecutiva. Le hacían demasiado “bullying” por tener un discurso muy parecido al de las autoridades de gobierno. Y de ahí a mandar declaraciones dignas para una casa de citas, no se demoró nada.
Jaime Guzmán
Ante estas presiones, el joven estudiante que asiste a cursos de formación general en la Fundación Jaime Guzmán y es amigo en Facebook de una organización llamada Siempre por la Vida, que se manifiesta en contra del aborto y la pastilla del día después, se quedó solo.
Tan solo, que sus propios estudiantes lo rechazaron. El viernes pasado, cuando fue al Mineduc a entregar una carta y una propuesta para que el ministro Bulnes hiciera igual una mesa de diálogo con los actores que se quisieran sumar, llegó acompañado de 10 personas. Con el micrófono apagado, comentó que tres de los 12 puntos que integraban el petitorio de los universitarios estaban copiados textuales del Manifiesto Comunista de Carlos Marx. Ahí dijo que ellos querían discutir sobre educación, no de una crisis social, y pidió que, tal como sus compañeros dirigentes pedían televisar el encuentro con el Presidente, también lo hicieran con los plenos de la Confech. The Clinic Online se comunicó con Javier Fano, pero este pidió que lo volvieran a llamar en unos minutos y después apagó el celular.
El Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Talca apareció en el acceso lateral del ministerio de Educación, un día después que sus propios federados le negaran la entrada a la Confech, que se desarrollaba en la misma Universidad de Talca.
Había sido vetado por ir contra las decisiones del pleno de la Utal y reemplazado en la Confederación de Estudiantes de Chile por el presidente del centro de alumnos de psicología de su misma universidad.
Fano, estudiante de Derecho de esa casa de estudios y único dirigente ligado al gremialismo, se cansó de ser increpado y “agredido” por sus pares y partió a decir que el estaba de acuerdo con el diálogo para volver cuanto antes a clases.
Vetado
“Me parece impresentable que después de tres meses de movilizaciones, las cuales han tenido costos altísimos para los estudiantes, le cierren la puerta al diálogo por unas garantías. Nosotros hemos venido a decir que no estamos de acuerdo con eso”, dijo el dirigente talquino, agregando que “si vamos a perder el año, que lo perdamos trabajando y no atrincherados en una universidad, no atrincherados en las calles”.
Este mismo tipo de declaraciones fueron las que motivaron a los estudiantes de Talca a desbancarlo de su sillón. En buen chileno, se chorearon de que votara al revés de lo que ellos decidían. El viernes, Pablo Medina, vocero del pleno de presidentes de la Utal en la Confech, acusó a Fano de decir que los estudiantes de ese plantel no quieren seguir movilizados, lo cual no ha ocurrido en al menos las últimas dos votaciones para seguir o no en toma.
“Él no es representante de nosotros, seguimos afirmando que habla solo por sus posturas ideológicas. Para ser más claro, comunicamos que se hacen mesas de trabajo, donde se debaten ideas y Fano no ha participado de eso, hace más de un mes que no se aparece por la Universidad”, dijo Medina, minutos después que Fano intentara ingresar al salón.
Antes de eso, Fano ya había hecho noticia con sus declaraciones. El 18 de agosto pasado publicó una columna en La Tercera titulada “Intransigencia estudiantil”, donde lanzó dardos con ventilador. En esa oportunidad dijo que lo ocurrido el día del primer cacerolazo -4 de agosto- había transformado el panorama y que el país había sufrido un vuelco “amenazante”.
Además acusó haber recibido escupitajos, golpes y hasta amenazas en su contra por haber promovido la mediación del arzobispo Ricardo Ezzati. También que el movimiento había sufrido una politización extrema y que tanto Camila Vallejo como Giorgio Jackson eran sólo la fachada de un movimiento que en la realidad no manejaban. Que estaba “manipulado por la izquierda antisistémica”, como dijo en una entrevista en CNN.
En otra entrevista, el dirigente se preguntó: “¿Qué pretende Camila Vallejo cuando dice que no quiere dialogar con el Gobierno ni con el Parlamento ni con el monseñor? ¿Qué queremos? ¿Quemar La Moneda, hacer una asamblea general a mano alzada?”. Antes de eso, el dirigente apoyaba la toma y una parte de las demandas estudiantiles. A pesar de no hablar mucho en los plenos, algunos dirigentes incluso lo veían como un aliado cuando éste defendía los aspectos de fomento regional. Sin embargo, al pasar las semanas cambió de discurso y “se pasó para la otra vereda”, según dijo uno de integrantes de la mesa ejecutiva. Le hacían demasiado “bullying” por tener un discurso muy parecido al de las autoridades de gobierno. Y de ahí a mandar declaraciones dignas para una casa de citas, no se demoró nada.
Jaime Guzmán
Ante estas presiones, el joven estudiante que asiste a cursos de formación general en la Fundación Jaime Guzmán y es amigo en Facebook de una organización llamada Siempre por la Vida, que se manifiesta en contra del aborto y la pastilla del día después, se quedó solo.
Tan solo, que sus propios estudiantes lo rechazaron. El viernes pasado, cuando fue al Mineduc a entregar una carta y una propuesta para que el ministro Bulnes hiciera igual una mesa de diálogo con los actores que se quisieran sumar, llegó acompañado de 10 personas. Con el micrófono apagado, comentó que tres de los 12 puntos que integraban el petitorio de los universitarios estaban copiados textuales del Manifiesto Comunista de Carlos Marx. Ahí dijo que ellos querían discutir sobre educación, no de una crisis social, y pidió que, tal como sus compañeros dirigentes pedían televisar el encuentro con el Presidente, también lo hicieran con los plenos de la Confech. The Clinic Online se comunicó con Javier Fano, pero este pidió que lo volvieran a llamar en unos minutos y después apagó el celular.
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