Frente a la movilizaciones ciudadanas de los últimos meses, muchas personas civiles, sin tener arte ni parte en las acciones, han sido detenidas. Muchos han debido esperar largas horas en las comisarías, con las consecuencias de malestar que ello significa. Uno de ellos es Rodrigo Díaz Fonseca de Temuco, he aquí su testimonio.
Rodrigo Díaz Fonseca, es asistente social y presidente de la organización Gestión y Desarrollo Sustentable (GEDES) de Temuco. El pasado jueves 28 de octubre, cuando caminaba por las calles de la ciudad par ir a buscar de su hijo -de cinco años de edad- al kinder del colegio Mundo Mágico, se encontró con una manifestación de estudiantes. Al ver a carabineros deteniendo de forma violenta a un alumno, decidió sacar una foto, siendo repentinamente detenido por otros uniformados sin mediar diálogo. Pasó toda la noche en la 2° Comisaría, donde no le fueron leídos sus derechos, ni tuvo acceso a una llamada telefónica, entre otras vulneraciones a los derechos del detenido.
- Cuéntame los detalles de lo sucedido
- Iba caminando y al llegar a la calle Rodríguez veo que empiezan a llegar unos chicos que estaban realizando un cacerolazo, una especie de mitin, o algo así. En la medida que me voy acercando, a mi espalda aparece el guanaco y una micro de carabineros, quienes se bajan y se acercan a los chicos y comienzan a detenerlos. Vi que, sin mediar provocación, a uno de ellos seis a ocho carabineros lo toman del cuello. Aquella situación me generó estupor, porque no era la forma de llevarse detenida a la gente, y saqué el celular e intenté hacer unas fotos. Estaba en eso, cuando alguien me toma por la espalda, y luego como cuatro carabineros me suben al micro. Incluso las personas que estaban ya detenidos le dicen a fuerzas especiales que la persona (yo) no estaba con ellos, cosa que yo también traté de explicarles, que iba pasando, y nadie te tomaba asunto.
- ¿A dónde te dirigías?
- Yo iba a buscar a mi hijo a esa hora y traté de llamar para avisar de estos hechos, pero me dijeron que no podía hablar por teléfono. Traté de explicar la situación una y otra vez, y nadie te escucha, nadie te mira, no te pescan no más. Me enojé y expliqué que me detienen por tratar de sacar una foto y eso no es un delito, por lo que ustedes me tienen acá retenido ilegalmente, les dije.
- ¿Recuerdas los nombres de los uniformados?
- No recuerdo el nombre de la carabinero, sé que era de fuerzas especiales. Traté de hablar con ella, pero no me escuchaba. Le explicaba que tenía que avisarle a alguien para que fuera a buscar a mi hijo, nada más, esa era mi mayor preocupación, pero no hubo asunto.
- ¿Alguien le explicó el por qué la detención?
- Se subió un carabinero a decirnos qué estábamos detenidos por desórdenes públicos. Yo le dije que no tenía claro el motivo de mi detención, porque yo no estaba cometiendo desordenes públicos. Me llevan a la Comisaría y tras una hora y media más o menos, me dicen el motivo de la detención, por lo mismo. Me dan el nombre de la persona que me detuvo, el subteniente Sebastián Jara. Así estuve detenido hasta el viernes a las 11 de la mañana aproximadamente. Nos detuvieron tipo 11 del día anterior y no nos leen los derechos hasta las 4 y media de la tarde. En realidad nos pasaron un papel y tuvimos que firmarlo.
- ¿Y el derecho a la llamada telefónica?
- No, no tuve derecho a la llamada telefónica, tuve que dejar el teléfono en la custodia y ahí no tuve derecho a llamar.
- ¿Y qué se dijo en la audiencia de formalización?
- Cómo ahí se habla de artículos, me perdí en realidad. Pero lo que planteaban los abogados era que se sobreseyera la causa. Pero el fiscal decía que no, que había habido efectivamente un delito, pero no tenían pruebas. El juez preguntó si se había reportado daños a la propiedad pública y privada, tampoco. No había prueba de nada. Por lo tanto el juez dijo que si bien no había pruebas, eso no eximía de responsabilidad a la gente que estaba ahí, así que igual se iba a hacer una investigación con cierre el 6 de diciembre.
- A tu juicio ¿qué derechos se te ha vulnerado?
- Lo que he visto en varias ocasiones, detenciones arbitrarias, sin delito alguno, donde finalmente lo único que existe es la palabra de un carabinero contra la palabra de la persona detenida. Hay un abuso de autoridad, de poder, no hay un mando claro en este tipo de operativos donde uno pueda dirigirse para hablar y explicar alguna situación. Si no hubiera llamado mi señora justo, qué hago con mi hijo. Fue un día y medio perdido. Tengo malestar por haber sido retenido ilegalmente y los momentos incómodos vividos. Esto me pasó a mí, pero sé que la ha pasado a mucha gente y no es nada agradable.
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