Jueves 15 de septiembre de 2011| por Patricia Schüller G./ FOTO: ARCHIVO UPI
El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Talca, Javier Fano, quien ha manifestado una postura disidente a la Confech, y ha sido impedido de ingresar a 2 asambleas de los universitarios, observa un “gran desgaste” en la movilización estudiantil, según remarca a Nación.cl.
“En estos 4 meses de movilización (los dirigentes) no han sabido capitalizar y aprovechar sus puntos más altos de fuerza para lograr avances. Si vamos a perder el año, bueno, perdámoslo trabajando, no atrincherados en una universidad y en permanente movilización”, sostiene.
El dirigente, quien fue vetado por los estudiantes de su plantel por pedir que se terminara con la toma del recinto, plantea que es “partidario” de la movilización, pero que discrepa “con la forma y el fondo” de cómo ésta se ha desarrollado.
“En el fondo, yo señalo que deben estar todas las visiones y todos los actores. Y en la forma discrepo mucho porque, en todo este tiempo, que no haya resultados y que los dirigentes no se quieran sentar a conversar lo considero una intransigencia absoluta”, dice.
- ¿El Gobierno, a su juicio, ha enfrentado de manera adecuada el movimiento?
- El Ejecutivo no ha dado las garantías necesarias para un diálogo constructivo. Cuando las respuestas se dan por los medios de comunicación, y no estricamente a los actores, en una mesa, trabajando, ese tipo de cosas hacen que el conflicto no avance.
- ¿Qué debería hacer hoy día el Ejecutivo, cuando la Confech, reunida en una asamblea en la Universidad de Valparaíso, aún espera que responda a las 4 garantías que pidió este lunes para sentarse a conversar?
- Debería ser lo más transparente con los estudiantes, tratar de dar cumplimiento, más que a las garantías, a la pérdida de confianza (en los estudiantes) que detienen el diálogo. Pero, obviamente, que eso implica que el Gobierno tenga que ceder en principios que no quiere hacerlo. Entonces, no veo qué tendría que hacer. Obviamente si da garantías de transparencia, de confianza, y los estudiantes se sientan a trabajar en un ambiente, cuyo eje sea construir (se puede lograr una solución). Y eso no implica bajar las movilizaciones, sino que avanzar, porque hoy el movimiento está detenido.
- ¿Con cuál de las 4 garantías concuerda?
- La garantías son buenas, pero también pueden ser una piedra de tope si es que se intenta supeditar el el diálogo a éstas. En el fondo se está jugando al todo o nada, al gallito. Y el gallito político hay que dejarlo para otro tipo de cosas. Cuando las garantías son para estirar el chicle de este conflicto y obligar al Gobierno para que se pronuncie sobre a demanda política que tiene un determinado sector creo que no corresponde.
Añade que “las mesas de trabajo, establecidas por el Ejecutivo, tienen sus falencias, hay muchas temáticas que faltan. Incluso el orden no es el mejor. Pero cuando se quiere partir (el trabajo) por el gran disenso que hay con el Gobierno, entonces, en el fondo, estás diciendo no me quiero sentar a trabajar. Esto es lo que yo, y a quienes represento, vemos de negativo a las garantías, en relación a cuál es realmente la disposición que se tiene a dialogar. Si el tema –reitera- no es bajar las movilizaciones, sino que sentarse a trabajar”.
- Aunque el Ejecutivo no ha respondido hasta ahora acerca de estas garantías, ha trascendido que no se congelarían los proyectos de ley de educación en el Congreso.
- Esta garantía tiene un trasfondo. Por ejemplo, respecto a la iniciativa de la rebaja de interés del proyecto del Crédito con Aval del Estado, ellos (la Confech) no están de acuerdo con el proyecto, porque no quieren un sistema de créditos. Si se tramita, se reconoce que el Estado va a seguir dando créditos, becas.
"¿QUIÉN MANDA EN LA CONFECH?"
- ¿Continúa aseverando que el movimiento estudiantil está controlado por la izquierda antisistémica?
- Claro. Esto quedó de manifiesto cuando Camila Vallejo (vocera de la Confech) dijo que no se realizaría la marcha (el 9 de septiembre), porque los estudiantes estaban en un período de reflexión, analizando la propuesta del Gobierno, y porque el país se encontraba en un estado de conmoción por la tragedia aérea en Juan Fernández. Cuando ella llega a la asamblea de la Confech, en la Universidad de Talca, durante más de 3 horas la intentaron vetar por la decisión que había tomado. Entonces, ¿quién manda en la Confech? Por eso insisto en que Camila Vallejo y Giorgio Jackson son la fachada de un movimiento que no controlan y los que realmente tienen los votos es la ultraizquierda.
- ¿Cuál es su situación como dirigente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Talca?
- Fui electo democráticamente como presidente de la Federación en octubre de 2010. En octubre de este año yo debo entregar el cargo. Lo que pasó fue que en la universidad de Talca estábamos en toma, y cuando junto con el pleno de presidentes, decidimos seguir movilizados, pero sin toma y sin barreras en los accesos, un grupo se retractó, no respetó el acuerdo y se volvió a tomar la universidad. En esa instancia, los estudiantes hicieron una votación para vetarme, pero fue un veto extrainstitucional, no está declarado en los estatutos. Fueron 300 personas las que decidieron hacer el veto y desligarse de la Federación. Es por esto también que critico a la Confech. ¿Por qué tiene atribuciones para amparar este tipo de cosas, donde el asambleísmo está desangrando la propia democracia interna de las universidades?
Señala Javier Fano que por esta última razón se ha transformado en disidente del movimiento. “Convocamos, levantamos un movimiento que hoy no se sabe cómo frenarlo. Hoy nadie es capaz de decirlo. Camila Vallejo señala que se deben transparentar las reuniones con el Gobierno, me parece extraordinario.¿ Pero por qué no usan esa misma transparencia para mostrarle a todo el país lo que pasa en las asambleas de la Confech? Así la gente se enteraría de verdad de los afanes políticos que existen al interior”.
- ¿A cuánta gente representa?
- Propongo que nos sentemos a trabajar y, en este sentido, creo que represento a mucha gente, porque son muchos los estudiantes que quieren volver a clases. Somos muchos los que planteamos de que se impulse un plan modernizador de la educación. Son muchos también los dirigentes estudiantiles que han firmado las cartas que hemos entregado en el Mineduc y en el Congreso (pidiendo dialogar con las autoridades). No somos tan minoría como dice Camila Vallejo.
“ME DA LO MISMO” QUE ME HAGAN BULLYING
El dirigente agrega que le gustaría que, en el marco de las demandas, se hablara “de diversidad de proyecto educativo, de Estatuto Docente, de profesores que se evalúen, de un plan modernizador de educación, de transformar a las universidades de profesionalizantes a complejas. Dejemos de hablar de universidades públicas y privadas, y hablemos de universidades buenas y malas”.
“Hay temas que no se conversan –detalla- como es el caso de la subvención escolar, ¿por qué no trabajamos para fortalecerla focalizada? No se habla, por ejemplo, acerca de qué va a pasar con las universidades regionales. Las demandas de la Confech no dan término a los estudiantes de primera y segunda categoría que hay en este país. Los que no somos de las universidades de Chile, Católica o Federico Santa María, somos de segunda categoría y nadie dice nada en torno a eso. Hay otro tema del cual tampoco se habla: el rechazo categórico al co-gobierno estudiantil. ¿Cómo va a ser posible que los estudiantes tengamos que votar por el rector o el decano? Eso atenta directamente contra la naturaleza de las universidades”.
“Si esto es quebrar el movimiento, claro que lo estoy quebrando. Pero es importante que en una reforma de gran envergadura como ésta hayan distintas visiones”, manifiesta.
- ¿Y qué opina sobre el lucro, acerca del cual los estudiantes han pedido definiciones y transparencia?
- Yo creo que se sataniza mucho el concepto. Hoy se confunde el lucro con justa retribución económica, con fraude, con usura. El fraude y la usura en el sistema educacional deben terminar y el Estado debe ser riguroso y no dar pie para que estas cosas sucedan. Pero la justa retribución económica es algo muy distinto. Cuando se creó el Estatuto Docente, por ejemplo, fue porque el Gobierno de la época no fue capaz de dar una justa retribución económica a los profesores. Entonces, ¿qué sucede si cerramos los colegios que tienen subvención? Los estudiantes que no puedan (elegir un plantel privado) van a tener que optar por uno público. Y en este punto decimos que no, porque debe ser una educación basada en la libertad, donde el alumno elija donde quiere estudiar. Y que el Estado le proporcione las garantías en financiamiento (en base a sus méritos). Entonces por qué el Estado debe decidir por mí. Y ésta es una de las grandes diferencias que tengo (con las demandas), porque cuando se tiende a lo público lo único que se logra es homogeneizar la educación. En definitiva, creo en la gratuidad, pero para quienes lo necesitan.
- ¿Ha sentido que le hacen bullying por pensar distinto?
- Lo que pienso significa ir contra la corriente, entonces, eso genera bastantes críticas. Y honestamente me da lo mismo. Yo vengo a defender ideas, a defender principios y lo hago con convicción. Por eso he pedido que en estas mesas de trabajo (con el Ejecutivo) estén todos los actores y no sólo los que piensan de una determinada manera.
http://lanacion.cl/javier-fano-movimiento-estudiantil-tiene-un-gran-desgaste/noticias/2011-09-15/141149.html
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