Democratizar la universidad para un nuevo país
Los factores que permiten explicar el origen de la llamada reforma universitaria chilena, son de diversa índole. Por un lado, debe tenerse en cuenta la influencia que ejerció el contexto internacional marcado por la denominada Guerra Fría entre los grandes bloques capitalistas y comunistas; por otro, la emergencia de grupos críticos al sistema, formados por minorías étnicas, raciales o de género; también el surgimiento de nuevas tendencias sociales y artísticas, como el rock and roll, y de movimientos alternativos como los hippies y losbeatniks. Por otra parte, en el ámbito interno, en nuestro país, junto con reproducirse las tendencias mencionadas, se vivía un ambiente nacional proclive a las ideas de cambio e integración social de los grupos más desfavorecidos, sustentado en fuertes organizaciones estudiantiles, con una larga tradición de luchas políticas y gremiales.
En este marco, durante la segunda mitad de los años sesenta, las ocho universidades que componían el sistema universitario chileno experimentaron un profundo y extenso cambio conocido como reforma universitaria. Esta última modificó de manera sustancial el contenido y las orientaciones de las funciones universitarias, estableció una nueva estructura de autoridad y poder que permitió la participación de la comunidad universitaria en el gobierno de las universidades y se esforzó por buscar una mejor inserción de éstas en los afanes por lograr el desarrollo y la modernización del país. Entre 1967 y 1968 todas las universidades se encontraban inmersas en el proceso de reforma universitaria. Las huelgas comenzaron primero en la Universidad Católica de Valparaíso y en la Universidad Católica de Santiago, luego en la Universidad Federico Santa María y en la Universidad Técnica (actual USACh), así como también en la Facultad de Filosofía y Educación de laUniversidad de Chile y en la Universidad de Concepción.
La reforma universitaria en Chile fue suspendida junto con la interrupción de la democracia el 11 de septiembre de 1973. Se procedió entonces, a la intervención militar de las universidades, a depurar a los docentes por razones políticas, a eliminar un vasto conjunto de centros universitarios especialmente en el área de las ciencias sociales y a prescindir de las organizaciones estudiantiles representativas. De este modo, el golpe de estado tuvo un fuerte impacto en las universidades y la contrarreforma que abortó un proceso reformista en el cual académicos, estudiantes y administrativos habían cifrado grandes esperanzas.
Durante el régimen militar, y con el propósito de revertir la reforma universitaria, esta fue estigmatizada y presentada de manera caricaturesca, mostrándose sólo los excesos de la lucha política por la formación de gobiernos universitarios. Se sostuvo entonces que lo central de la reforma había sido el co-gobierno, esto es, la participación de los estudiantes en la elección de las autoridades y en la generación de los cuerpos colegiados, lo cual fue presentado como la principal causa de la politización de las universidades. Al mismo tiempo, se mantuvo en silencio la importante transformación organizativa y académica, que implicó un gran esfuerzo por promover el desarrollo científico, tecnológico y cultural al interior de las universidades.
En este marco, durante la segunda mitad de los años sesenta, las ocho universidades que componían el sistema universitario chileno experimentaron un profundo y extenso cambio conocido como reforma universitaria. Esta última modificó de manera sustancial el contenido y las orientaciones de las funciones universitarias, estableció una nueva estructura de autoridad y poder que permitió la participación de la comunidad universitaria en el gobierno de las universidades y se esforzó por buscar una mejor inserción de éstas en los afanes por lograr el desarrollo y la modernización del país. Entre 1967 y 1968 todas las universidades se encontraban inmersas en el proceso de reforma universitaria. Las huelgas comenzaron primero en la Universidad Católica de Valparaíso y en la Universidad Católica de Santiago, luego en la Universidad Federico Santa María y en la Universidad Técnica (actual USACh), así como también en la Facultad de Filosofía y Educación de laUniversidad de Chile y en la Universidad de Concepción.
La reforma universitaria en Chile fue suspendida junto con la interrupción de la democracia el 11 de septiembre de 1973. Se procedió entonces, a la intervención militar de las universidades, a depurar a los docentes por razones políticas, a eliminar un vasto conjunto de centros universitarios especialmente en el área de las ciencias sociales y a prescindir de las organizaciones estudiantiles representativas. De este modo, el golpe de estado tuvo un fuerte impacto en las universidades y la contrarreforma que abortó un proceso reformista en el cual académicos, estudiantes y administrativos habían cifrado grandes esperanzas.
Durante el régimen militar, y con el propósito de revertir la reforma universitaria, esta fue estigmatizada y presentada de manera caricaturesca, mostrándose sólo los excesos de la lucha política por la formación de gobiernos universitarios. Se sostuvo entonces que lo central de la reforma había sido el co-gobierno, esto es, la participación de los estudiantes en la elección de las autoridades y en la generación de los cuerpos colegiados, lo cual fue presentado como la principal causa de la politización de las universidades. Al mismo tiempo, se mantuvo en silencio la importante transformación organizativa y académica, que implicó un gran esfuerzo por promover el desarrollo científico, tecnológico y cultural al interior de las universidades.
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